cabecera

cabecera

viernes, 3 de mayo de 2024

Momentos de rotura del pensamiento I

Hola de nuevo

En la entrada anterior ya les anticipábamos que trabajaríamos sobre la Historia de la Filosofía. Como dijimos se trataba no tanto de recordar nombres sino de pensar con personas que vivieron en otros tiempos. En esa entrada nos preguntábamos por los orígenes del pensar poniendo el acento en el pensamiento mítico.

En esta entrada nos acercaremos al primer momento crucial de la Historia del pensamiento. Se trata de presentar el paso del pensamiento mítico – ese pensamiento que ustedes supieron encontrar en la entrada anterior – a un pensamiento racional, un pensamiento en el que ustedes se sienten más próximos. Empecemos

Grecia – siglo VI antes de Cristo

¿Por qué Grecia? ¿Qué pasó en ese lugar y en ese momento? Como comentamos a principio de curso se piensa en un paisaje, en una lengua, en una cultura y un tiempo determinado. En el caso griego – como verán en la foto – el paisaje está formado por un montón de islas montañosas que invitan a viajar a la siguiente. Desde una isla se ven las contiguas. Esta situación genera curiosidad y empezaron a viajar – los griegos aún hoy son conocidos como grandes navegantes.

¿Qué se encontraron? Se encontraron culturas que habitaban diferentes paisajes, hablaban otras lenguas, tenían otras explicaciones mitológicas para los mismos fenómenos. En estos viajes conocieron a Orus e Isis en Egipto, a Mitra y Anahita en Persia, a Marduk entre los babilonios ¿Como hacer convivir miradas tan dispares?

Las explicaciones mitológicas, como vimos, daban cobertura a los fenómenos. Pero si son tan variadas surgen inevitablemente preguntas como estas:

¿Quién tenía razón? ¿Quién tenía la verdad?

Esta pregunta se la pudieron hacer porque los dioses griegos tenían una medida humana. Seguramente conocen a Zeus, a Atenea, a Apolo. También a un semidiós – mitad humano, mitad dios – como Hércules gracias a la película de Disney. Bien, la característica de estos dioses era que la cercanía con los humanos los hacía menos lejanos, más falibles.

Si los dioses eran falibles, si no quedaba claro - ante la variedad de mitos para un mismo fenómeno - la explicación de los hechos,  tal vez se podrían buscar otro tipo de explicaciones. Es fascinante comprender cómo fue este paso. Tales de Mileto - ustedes lo conocen por el Teorema de Tales que iguala los ángulos - en sus viajes, tuvo conocimiento de las anotaciones que egipcios y babilonios habían hecho del movimiento de los astros. Observó en esas anotaciones las diferentes posiciones de los planetas que se ven a simple vista y también en los diferentes momentos que se habían producido eclipses de sol. Usando una matemática básica vio que se producían regularidades. Cada x meses se producían eclipses. Sacó cuentas y se animó a predecir el siguiente. ¡Era todo un desafío! Sin la intervención de los mitos, solo la razón humana, se animaba a predecir una evento astronómico. Llegó el día y el eclipse se produjo. 

Evidentemente algo había pasado, la inteligencia de las personas era muy valiosa. El logos – la razón – era una herramienta muy valiosa.

Es a partir de esta situación que se van a plantear explicaciones sobre los fenómenos del mundo evitando la utilización de mitos. Los primeros filósofos se hicieron estas tres preguntas y las intentaron responder sin la intervención de los mitos:

  1. ¿De qué o cómo surge el Universo? Se preguntan por el Origen.
  2. ¿De qué están hechas las cosas? Se preguntan por el sustrato último, su naturaleza última.
  3. ¿Por qué el mundo es como es? Se interrogan por la Causa

Por ejemplo, el mismo Tales de Mileto que respondió que todo estaba hecho de agua. Otros filósofos, por ejemplo Empédocles, hablaba de los cuatro elementos – tierra, agua, aire y fuego – y dos fuerzas opuestas, el amor y la discordia (atracción, repulsión). Heráclito hablará de la fuerza de los contrarios con el fuego como elemento base. Pitágoras – al que conocen por matemáticas – hablaba de la armonía de los números.

En este enlace encontrarán tres fragmentos originales traducidos al castellano de tres filósofos. Estarán leyendo a personas que escribirieron hace alrededor de veinticinco soglos. Un desafío establecer algún tipo de conexión.

Actividad

Esas tres preguntas fundantes para nuestra civilización siguen vivas en la actualidad. Seguramente ustedes pueden intentar dar algún tipo de respuesta a las mismas con lo que saben de física o de química. O tal vez de lo que han visto en redes o televisión en programas de divulgación (¡¡cuidado con las fake news!!).

Lo que les proponemos lo siguiente: 

1. Individualmente, por parejas o en grupos de tres (ustedes deciden) intenten dar respuesta a esos tres interrogantes. La consigna es que no pueden copiar y pegar de Internet sino que piensen su respuesta con lo que saben – sí pueden consultar la red, pero solo consultar – y nos las envían. Verán que deben hacer el esfuerzo de pensar buenas respuestas. No son fáciles.

2. (OPCIONAL) Después de haber leído los fragmentos de los tres filósofos, escriban un comentario sobre alguno de los fragmentos. Pueden ayudarse de interrogantes como, por ejemplo ¿Qué entendieron? ¿Cómo creen que llegaron a esas conclusiones?

El plazo de entrega lo hablan con su docente.


No hay comentarios:

Publicar un comentario